Mi compañera Sara me ha animado a escribir sobre la
diferencia que hay entre trabajar dentro de una empresa desarrolladora de
videojuegos como localizadora y hacerlo como autónoma dada mi experiencia en
ambos ámbitos. Se trata de un tema interesante sobre todo para aquellos que
quieren entrar en la industria de los videojuegos como traductores, pero no
saben muy bien cómo hacerlo.
Actualmente, aunque siguen existiendo pequeñas empresas
desarrolladoras de juegos que cuentan con su propio equipo de localización, lo
más habitual en el sector es que las desarrolladoras trabajen con agencias de
traducción, que a su vez deriven el trabajo a traductores autónomos. Por tanto,
a priori sería más sencillo encontrar
trabajo como autónomo que hacerlo como empleado en plantilla. Si queréis que os
dé mi opinión personal sobre esto es que la falta de intermediarios a menudo es
sinónimo de mayor calidad. Las empresas externalizan el trabajo por una
cuestión de costes, mantener un equipo interno puede resultar caro: cuotas de
la seguridad social, equipo de trabajo, trabajar con ciertos horarios
establecidos, hacer entrevistas, mantener unas condiciones laborales mínimas y,
en caso de mucho volumen de trabajo, incluso contar con varios profesionales
para cada idioma. Mediante la externalización, se acabaron, en principio, estas
preocupaciones, ya que se las delegan a una agencia de traducción que tiene que
garantizar un cumplimiento de plazos y un mínimo de calidad. No obstante, en el
sector de los videojuegos hay mucha competencia y las empresas desarrolladoras
son muy precavidas a la hora de dar información sobre los juegos que están
desarrollando.
A pesar de que la agencia firma acuerdos de confidencialidad
con la empresa y, a su vez, con los traductores, a menudo las empresas recelan
a la hora de aportarles materiales de referencia, lo que implica que, habitualmente,
el traductor trabaja a ciegas. Además, hay gestores de proyectos que nunca han
trabajado como traductores y no saben qué material pedir a las empresas o
simplemente deciden que al cliente nunca hay que molestarle. El traductor
autónomo se ve con la inmensa tarea de traducir un juego que no puede ver
basado en cadenas de texto (strings) que,
a menudo, carecen de un identificador relevante que le ayude con su trabajo.
Por tanto, el riesgo de que la calidad del juego sufra por falta de contexto es
muy alto. Por supuesto, hay agencias que hacen muy bien su trabajo, que luchan
por facilitar documentación al traductor, pero no siempre depende de ellas.
La ventaja de trabajar internamente en una empresa es que el
traductor cuenta con todo el material necesario, ya que es parte de la empresa,
puede sentarse con diseñadores, programadores y artistas e incluso aconsejarles
cómo estructurar y organizar el juego de tal forma que su internacionalización
sea satisfactoria. Ni que decir tiene que cuando una empresa cuenta con un
equipo de localización interno adquiere más conciencia de lo que significa
localizar el juego y empatiza más con el traductor. Las agencias para los
diseñadores, programadores y artistas son un ente externo con el que no se
suelen involucrar directamente.
No obstante, como autónomo tendrás la gran ventaja de que
podrás recibir todo tipo de juegos, no solo los de una empresa concreta y eso
te aportará un bagaje muy amplio a la hora de enfrentarte a estos textos. Asimismo,
la falta de contexto, te hace desarrollar una mente muy creativa para tomar
decisiones basadas en tu sentido común y en tu conocimiento sobre los
videojuegos. Como autónomo, requieres un autoaprendizaje más profundo y
mantenerte siempre al tanto de cómo evoluciona el sector.
Espero que estas ideas os resulten útiles a la hora de tomar
una decisión. Dentro o fuera: he aquí la cuestión.