SISTEMA DEL MEJOR POSTOR (o más barato o más veloz)

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Desde
hace algún tiempo, me he fijado que cada vez son más las agencias de traducción
que usan sistemas de «puja» o de «tonto el último» para asignar sus
traducciones.

Con
el sistema de puja, me refiero a lo siguiente:

La
agencia registra un proyecto en su sistema y se envía un correo electrónico a
los traductores mediante el que se abre un proceso de puja. El traductor debe
ofrecer un precio para el proyecto y el mejor postor, que me atrevo a decir que
es el más barato en un 80% de los casos, se lleva el proyecto. A menudo, para
colmo, este proceso no acaba aquí, sino que los traductores que han pujado
comienzan a recibir correos sobre ofertas mejores de otros colegas con el fin
de que bajen su «puja» hasta que me imagino que el proyecto se asigna al que más
«se ha bajado los pantalones». Creo que sobra decir lo que opino de este
sistema, pero, por si no se infiere, lo que opino es que está claro que las
agencias que usan este sistema para asignar sus proyectos no tienen ningún
interés en la calidad de las traducciones que ofrecen a sus clientes y basan su
criterio únicamente en el precio. Así que os aconsejo, queridos colegas, que
huyáis de este tipo de agencias porque tan solo os harán perder vuestro
preciado tiempo y formaréis parte de un sistema en el que los traductores
tratan de pisarse unos a otros para al final trabajar por cuatro duros.
El
sistema de «tonto el último» quiero pensar que es un poco más racional que el
anterior sistema y que los proyectos se ofrecen solo a traductores que tienen
perfiles parecidos. Este sistema se basa en que la agencia envía una solicitud
de traducción masiva a todos los traductores que coinciden con unos criterios
de búsqueda, que espero que sean algo más que combinación lingüística y un
precio, y el traductor que primero acepta la solicitud se lleva el proyecto. Mi
experiencia con este tipo de sistemas es también negativa porque me muestra que
hay muchos traductores que aceptan los proyectos a ciegas, ya que, con
frecuencia, el proyecto se asigna dos minutos más tarde de recibir el correo
electrónico y, amigos míos, no creo que ningún traductor, salvo que tenga
superpoderes, sea capaz de valorar el trabajo en dos minutos. Esto me hace
plantearme que muy probablemente haya muchos proyectos que se asignen a
personas que realmente no están preparadas para asumirlos y esto sin lugar a
dudas tiene que afectar a la calidad.

Por
supuesto, cada agencia es libre de usar el método que quiera y probablemente se
adopten estos métodos porque tienen mucho trabajo y están desbordados, pero el
factor humano y la figura del gestor de proyectos es vital para que un trabajo
se realice correctamente. Asimismo, vosotros, mis colegas traductores, también
sois libres de trabajar para quien queráis, pero, desde mi humilde opinión, ir
a la caza del proyecto no os va a convertir en mejores traductores, probablemente
os haga trabajar por tarifas irrisorias y os termine frustrando por aceptar
trabajos que no se adaptan a vuestros conocimientos.

Y
bueno, esto es todo lo que tengo que decir de estos dos sistemitas que están
tan de moda.

2 Comments

  1. Unknown dice:

    Este artículo me ha interesado y me ha descorazonado a un tiempo. Soy licenciada en Traducción, pero apartada de la profesión durante muchos años e intentando volver a ella para poder trabajar desde casa. Aunque me encuentro en una posición de provilegio (tengo trabajo y no me corre prisa empezar a dedicarme exclusivamente a la traducción) artículos como este me hacen plantearme si hago bien en intentar dejar mis clases en mi academia, que tanto me gustan y tan bien me dan de comer, por una profesión que parece estar precarizándose a marchas forzadas…

    • Ana Abad dice:

      Hola, Clara:

      Si la traducción te gusta y quieres intentarlo, yo te animo a ello porque aunque existan este tipo de sistemas para asignar proyectos y yo os recomiende huir de ellos, hay otras muchas empresas que trabajan con gestores de proyectos que saben hacer bien su trabajo. Que existan este tipo de procedimientos es normal en el mundo en el que vivimos, en el que se intenta automatizar todo para ahorrar costes aunque a menudo sin valorar las consecuencias a largo plazo. Esto existe tanto en la traducción como en muchas otras áreas. Con este artículo, no intento desanimar a nadie, tan solo dar a conocer un problema e intentar que los traductores nos sensibilicemos ante procedimientos que nos perjudican en muchos sentidos.

      Un abrazo y yo que tú lo intentaba, mejor probar que lamentar no haberlo hecho.

      Un saludo,
      Ana

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