El día 1 de
julio de 2014 comenzó el proyecto de TransCreat. En aquel entonces, éramos tres
amigas que habían trabajado juntas en una agencia de traducción, que sabían cómo
no debían hacerse las cosas en nuestro sector y cómo podían contribuir para
crear algo en donde se sintieran satisfechas, realizadas y felices desde el
punto de vista laboral, pero también personal. Las tres éramos traductoras,
contábamos con distinta experiencia, distintos idiomas, pero una idea común y decidimos
tirarnos a la piscina y crear TransCreat.
Hoy han
pasado tres años y las cosas han cambiado mucho desde aquel día en que
comenzamos a trabajar desde casa de Clara y sabíamos a qué hora empezábamos,
pero no cuándo íbamos a terminar. Al principio, fuimos rotando de casa en casa,
recopilando ideas, trazando sueños y planes y, aunque algunos se quedaron por
el camino, otros fueron evolucionando.
Cuando vimos
que el proyecto marchaba bien, nos trasladamos a un lugar de coworking: Colabora, en la Plaza de Santo
Domingo, donde estuvimos algo más de un año y medio, nos trataron de maravilla
y nos sentimos como en casa. No obstante, en septiembre de 2015, Áurea decidió
emprender otro camino y Clara y yo nos quedamos mano a mano con el timón. Tres
es un número idóneo para un proyecto como este, pero Clara y yo conseguimos
mantenernos al pie del cañón y complementarnos cual matrimonio con sus
discusiones y sus reconciliaciones incluidas, al fin y al cabo las dos teníamos
claro que formábamos un buen equipo y que juntas éramos invencibles, pero como
nuestro logotipo es un triángulo por un motivo, en abril de 2016, Enrique se
incorporó a nuestro equipo para restablecer el equilibrio.
Esta
incorporación vino con mudanza incluida y nos trasladamos a un centro de
oficinas también en la Plaza de Santo Domingo (nos gusta estar en todo el
meollo): Worklab, en donde llevamos ya más de un año. Con Enrique, sumamos más
especialidades, clientes, más planes, más sueños, más cambios, ya que
TransCreat se convirtió también en una escuela de español.
En enero de
2017, comenzó a hacer prácticas con nosotros Sara, con la que hemos estado muy
contentos, ya que es una gran trabajadora y, ahora que se ha licenciado, la hemos
incorporado en el equipo: ¡hoy es su primer día como empleada!
Este año
también ha habido un gran cambio para nosotros: ¡desde abril somos una sociedad
limitada!
En
definitiva, tras tres años en los que hemos planeado, soñado, traducido mucho,
revisado y gestionado otro tanto, llorado, reído, nos hemos mudado, nos han
dejado, otros se han incorporado, yo me he casado y Clara va en camino, hemos
dado clases, hemos visitado Segovia, Ceuta y Barcelona, Enrique se ha comprado un piso, nos hemos
vuelto empresa, hemos contratado a nuestra primera empleada y yo estoy a punto
de ser mamá, podemos decir que estamos satisfechos de nuestro trabajo, que
esperamos seguir al pie del cañón durante mucho tiempo, continuar ofreciendo la
mejor calidad posible a nuestros clientes y colaborar con todos los buenos
traductores que podamos.
(A ver si nos hacemos una foto ahora en verano)
Ya sabéis: You have our word
2 Comments
Hola, felicidades por estos tres años. "Acabo de llegar" a vuestro blog y me ha gustado mucho, gracias por compartirlo. Saludos
Fran, muchas gracias por tu comentario, te respondo tardísimo, pero es que llevaba mucho tiempo sin actualizar el blog y lo acabo de retomar.